En mi opinión la web 2.0 nos permite realizar estas cosas y dejar que los demas puedan verlo. Ademas de que entretiene a veces tambien es un modo de conocer otras personas por Internet.
viernes, 30 de mayo de 2008
Modifican retenciones móviles que originaron el conflicto con el campo
El Gobierno anunció finalmente ayer por la tarde, a 80 días del inicio del conflicto con el campo y unilateralmente, una serie de modificaciones en el esquema de retenciones móviles que se había implementado a comienzos de marzo. En el caso de la soja, el elemento principal de la pelea, si el precio internacional de la tonelada supera los 600 dólares se modificarán las tasas de la resolución original y habrá nuevas retenciones efectivas. Que serán más bajas, pero aún por encima del escenario previo al 11 de marzo. El mismo sistema se trasladará al maíz, al trigo y al girasol. Fueron el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Carlos Fernández, los que anunciaron las modificaciones a la resolución que había hecho estallar la disputa. A ambos lados, media docena de gobernadores afines al kirchnerismo, que antes se habían reunido con la presidente Cristina Fernández de Kirchner, dieron su respaldo a las iniciativas. Carlos Fernández sostuvo que la alícuota efectiva para el nuevo esquema será del 52,7 por ciento en el caso de la soja. Formalmente, el aumento a las retenciones se mantiene, pero se modifica el esquema en el trayecto de la curva impositiva que más irritaba a los productores. Aunque solapadamente, el oficialismo admite con esta decisión que cometió un error con la resolución adoptada por el ex ministro Martín Lousteau que instalaba una tasa de 95 por ciento a partir de los 600 dólares por tonelada. El paquete que anunció el Gobierno también incluye el ingreso de los monotributistas al sistema de reintegros. Y establece que gobiernos provinciales, municipios y entidades se encargarán de hacerlos efectivos y luego deberán reclamar a la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario el monto correspondiente. Con el sistema anterior, la operación quedaba centralizada en la ONCCA. Ahora, el oficialismo intenta bajar los decibeles de las bases que presionan a las entidades para llevar adelante medidas de fuerza. Habrá que ver a partir de ahora si el cambio en las retenciones móviles satisface a las entidades ruralistas. El jefe de Gabinete, más allá del anuncio, dejó duras palabras para los dirigentes. “La realidad da cuenta de que en este período hemos escuchado y hemos accedido a muchos pedidos. Incluso fuimos más allá, favoreciendo la situación de los de extrazona pampeana”, lanzó Alberto Fernández. Y remarcó “la formidable incapacidad de dialogar de la dirigencia del campo”. También sostuvo que el margen de rentabilidad de los productores sojeros argentinos es, aún con el esquema actual de retenciones, más alto que los brasileños: “Tiene entre 25 y 30 puntos, cuando en Brasil tienen una utilidad de sólo el 18 por ciento”. Según Fernández, las modificaciones al esquema de retenciones tiene “como único propósito preservar los mercados a futuro”. Tanto el jefe de Gabinete como el ministro de Economía coincidieron en catalogar a los cambios como un “achatamiento de la curva” de retenciones. La fórmula que instalaba la resolución original desaparece a partir de los 600 dólares por tonelada de soja y entre esa cifra y los 750 dólares habrá una planilla precio por precio. El mismo esquema se repetirá para el resto de los granos. Los dos funcionarios fueron los únicos que hablaron durante el anuncio. Pero a diferencia de anteriores conferencias sobre el tema, la presencia de los gobernadores le dio otro marco institucional. Estuvieron Daniel Scioli (Buenos Aires), José Alperovich (Tucumán) Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Juan Manuel Urtubey (Salta), Oscar Jorge (La Pampa), Sergio Urribarri (Entre Ríos) y Luis Beder Herrera (La Rioja). Todos escucharon los lineamientos de la medida previamente, de boca de la presidente Cristina Kirchner.
La respuesta del campo Los dirigentes de las principales entidades del campo fijaron en principio una posición de rechazo al anuncio del Gobierno, aunque se limitaron a opinar en forma “individual”. Los presidentes y vicepresidentes de las 4 entidades resolvieron utilizar las últimas horas de ayer para consultar a las asambleas cuáles son los ánimos luego del anuncio que responde a alguna de las demandas que plantearon tras la resolución 125 que detonó el conflicto. Por lo pronto, fue el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, el primero en hablar. Sostuvo que esto “no resuelve sus reclamos” y agregó: “Siguen desconociendo el tema y sorprendió este anuncio en forma unilateral”. Para la cúpula dirigencial será difícil de aquí en adelante tomar una posición sin un acuerdo con los chacareros. Y en lo inmediato, las bases no parecen dispuestas a ceder, al menos hasta el próximo lunes en que se levantará la tercer huelga del campo.
La respuesta del campo Los dirigentes de las principales entidades del campo fijaron en principio una posición de rechazo al anuncio del Gobierno, aunque se limitaron a opinar en forma “individual”. Los presidentes y vicepresidentes de las 4 entidades resolvieron utilizar las últimas horas de ayer para consultar a las asambleas cuáles son los ánimos luego del anuncio que responde a alguna de las demandas que plantearon tras la resolución 125 que detonó el conflicto. Por lo pronto, fue el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, el primero en hablar. Sostuvo que esto “no resuelve sus reclamos” y agregó: “Siguen desconociendo el tema y sorprendió este anuncio en forma unilateral”. Para la cúpula dirigencial será difícil de aquí en adelante tomar una posición sin un acuerdo con los chacareros. Y en lo inmediato, las bases no parecen dispuestas a ceder, al menos hasta el próximo lunes en que se levantará la tercer huelga del campo.
martes, 27 de mayo de 2008
Argentina: Gobierno y oposición miden fuerzas en medio de conflicto agrario
El Gobierno y los agricultores realizaron el domingo demostraciones de fuerza en sendos actos masivos, un nuevo capítulo de la pulseada por la renta de la soja que lleva más de 70 días en Argentina, uno de los mayores exportadores de alimentos del mundo.
En el acto oficial, la presidenta Cristina Kirchner no se refirió directamente al conflicto con el agro y convocó a todos aquellos que quieran "seguir construyendo un país con equidad, con redistribución del ingreso", en Salta (norte), ante unas 150.000 personas según los organizadores. Casi en simultáneo, unas 300.000 personas, según la policía, vitoreaban en Rosario (300 km al norte de Buenos Aires) a los líderes agrarios, en un mitin que tuvo apoyo de la dirigencia política y se transformó en el primer gran acto opositor en los cinco meses de gestión de Cristina Kirchner.
La mandataria presidió el acto por los 198 años de la formación del primer gobierno independiente de la corona española, acompañada por ministros, gobernadores, alcaldes, legisladores, diplomáticos y representantes de organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos.
Con tono enérgico, Kirchner habló de los logros del kirchnerismo desde la asunción presidencial de su esposo Néstor Kirchner en mayo de 2003, en especial el abandono de la política económica neoliberal de los años '90 y las políticas sociales y de derechos humanos.
Por su parte, los líderes agrarios criticaron duramente la política oficial y, si bien anticiparon que concurrirán este lunes a una convocatoria del Gobierno para dialogar, advirtieron sobre el cariz que podría tomar la protesta si no hay solución para sus reclamos.
"Vamos a ir a discutir, pero estemos preparados para volver a los piquetes y tomar las decisiones que haya que tomar de manera que suene el escarmiento", dijo Eduardo Buzzi, presidente de la entidad que nuclea a unos cien mil pequeños y medianos productores.
En la misma sintonía se pronunció Alfredo de Angelis, un carismático dirigente que lideró un corte en la llamada Ruta del Mercosur, en la rica provincia de Entre Ríos, durante los 21 días que se extendió la primera huelga del sector lanzada el 11 de marzo.
"Vamos a cortar las rutas si hace falta. Mañana hay una reunión muy importante y espero que el Gobierno tenga una solución y no sea otra mala jugada", dijo De Angelis ante una enfervorizada multitud que portaba miles de banderas celestes y blancas al borde del Río Paraná.
Rosario es el corazón del complejo agroalimentario argentino y es, con un millón de habitantes, la principal ciudad de Santa Fe, la única provincia gobernada por el socialismo.
Durante los 21 días de huelga, en los que se realizaron movilizaciones, asambleas y bloqueos de rutas, se produjo desabastecimiento de alimentos en las grandes ciudades y se dispararon los precios por falta de oferta en los mercados de concentración.
Kirchner sufrió una sensible baja en su imagen positiva que se derrumbó en mayo a 26%, 20 puntos menos que en marzo, cuando comenzó el prolongado conflicto con el 'campo', según la consultora privada Poliarquía.
La pulseada con el sector agrario se originó por la decisión gubernamental de aplicar un sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos, que implica que la tasa se modifica de acuerdo a la variación de los precios internacionales.
Los productores consideraron confiscatoria la medida mientras las autoridades argumentaron que es una herramienta para distribuir la riqueza, evitar la concentración en la producción de soja y frenar la inflación.
El centro de la disputa está en la renta de la soja, el llamado "oro verde", que es el principal cultivo del país, con el 50% de la superficie sembrada y el 95% de la cosecha destinada a la exportación.
La cosecha actual de la soja está estimada en 24.000 millones de dólares, de los cuales el gobierno podía recaudar unos 11.000 millones con el alza de impuestos.
En el acto oficial, la presidenta Cristina Kirchner no se refirió directamente al conflicto con el agro y convocó a todos aquellos que quieran "seguir construyendo un país con equidad, con redistribución del ingreso", en Salta (norte), ante unas 150.000 personas según los organizadores. Casi en simultáneo, unas 300.000 personas, según la policía, vitoreaban en Rosario (300 km al norte de Buenos Aires) a los líderes agrarios, en un mitin que tuvo apoyo de la dirigencia política y se transformó en el primer gran acto opositor en los cinco meses de gestión de Cristina Kirchner.
La mandataria presidió el acto por los 198 años de la formación del primer gobierno independiente de la corona española, acompañada por ministros, gobernadores, alcaldes, legisladores, diplomáticos y representantes de organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos.
Con tono enérgico, Kirchner habló de los logros del kirchnerismo desde la asunción presidencial de su esposo Néstor Kirchner en mayo de 2003, en especial el abandono de la política económica neoliberal de los años '90 y las políticas sociales y de derechos humanos.
Por su parte, los líderes agrarios criticaron duramente la política oficial y, si bien anticiparon que concurrirán este lunes a una convocatoria del Gobierno para dialogar, advirtieron sobre el cariz que podría tomar la protesta si no hay solución para sus reclamos.
"Vamos a ir a discutir, pero estemos preparados para volver a los piquetes y tomar las decisiones que haya que tomar de manera que suene el escarmiento", dijo Eduardo Buzzi, presidente de la entidad que nuclea a unos cien mil pequeños y medianos productores.
En la misma sintonía se pronunció Alfredo de Angelis, un carismático dirigente que lideró un corte en la llamada Ruta del Mercosur, en la rica provincia de Entre Ríos, durante los 21 días que se extendió la primera huelga del sector lanzada el 11 de marzo.
"Vamos a cortar las rutas si hace falta. Mañana hay una reunión muy importante y espero que el Gobierno tenga una solución y no sea otra mala jugada", dijo De Angelis ante una enfervorizada multitud que portaba miles de banderas celestes y blancas al borde del Río Paraná.
Rosario es el corazón del complejo agroalimentario argentino y es, con un millón de habitantes, la principal ciudad de Santa Fe, la única provincia gobernada por el socialismo.
Durante los 21 días de huelga, en los que se realizaron movilizaciones, asambleas y bloqueos de rutas, se produjo desabastecimiento de alimentos en las grandes ciudades y se dispararon los precios por falta de oferta en los mercados de concentración.
Kirchner sufrió una sensible baja en su imagen positiva que se derrumbó en mayo a 26%, 20 puntos menos que en marzo, cuando comenzó el prolongado conflicto con el 'campo', según la consultora privada Poliarquía.
La pulseada con el sector agrario se originó por la decisión gubernamental de aplicar un sistema de impuestos móviles a las exportaciones de granos, que implica que la tasa se modifica de acuerdo a la variación de los precios internacionales.
Los productores consideraron confiscatoria la medida mientras las autoridades argumentaron que es una herramienta para distribuir la riqueza, evitar la concentración en la producción de soja y frenar la inflación.
El centro de la disputa está en la renta de la soja, el llamado "oro verde", que es el principal cultivo del país, con el 50% de la superficie sembrada y el 95% de la cosecha destinada a la exportación.
La cosecha actual de la soja está estimada en 24.000 millones de dólares, de los cuales el gobierno podía recaudar unos 11.000 millones con el alza de impuestos.
lunes, 26 de mayo de 2008
“A ustedes los eligió el pueblo”
En el multitudinario acto del campo realizado en Rosario, Mario Llambías (CRA), en tanto, dedicó buena parte de su discurso a los gobernadores, legisladores e intendentes. “Queremos que sepan que los elige el pueblo, que a él se deben y no al cheque de la Casa Rosada. No hay federalismo cuando se los aprieta económicamente”, vociferó. El cierre del acto quedó a cargo del titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi. “Estamos más firmes que nunca, más atentos y movilizados que nunca. Vamos a ir a discutir, pero estemos preparados para, el lunes o martes volver a los piquetes para decidir qué medidas tomar, para que suene el escarmiento si no se tratan las retenciones, si no se ponen en marcha los acuerdos ya firmados y si no se discute una agenda agropecuaria en serio”, exclamó. “Ganar o ganar”. No se detuvo allí. Antes de dejar el micrófono, exclamó: “Como dijo De Angeli: a estar firmes, muy firmes y atentos para ver cómo seguimos. Esta lucha va a continuar y hay un solo camino: ganar o ganar”, concluyó.
Cristina Kirchner pidió dejar de lado intereses sectoriales
Sin menciones directas al conflicto con el campo y pocos minutos después de que terminara el multitudinario acto del agro en Rosario, la presidente Cristina Fernández de Kirchner pidió “dejar de lado intereses sectoriales” y privilegiar los intereses del conjunto en la construcción de lo que llamó “la generación del Bicentenario”. Lo hizo durante la ceremonia que encabezó frente al monumento a Martín Miguel de Güemes en la provincia de Salta, a la que el Gobierno trasladó las celebraciones por el 25 de mayo. “Queremos convocar a la generación del Bicentenario, a todos los hombres y mujeres que crean necesario crear un país con inclusión social: a trabajadores, comerciantes y productores”, afirmó. Enseguida, precisó: “Una condición es querer a Argentina. La otra condición es entender que antes que el sector y que nuestro propio interés están los intereses de la Patria. Esa es la generación del Bicentenario a la que convocamos a todos los argentinos”, exclamó. Aunque el tono del mensaje presidencial fue conciliador, el discurso no incluyó algún tipo de llamado al diálogo que pueda interpretarse como una señal a las entidades del agro. La Presidente replicó algunos argumentos a los que había apelado en discursos anteriores como el de la rentabilidad del sector rural. Realizaba un repaso de los “logros” de la gestión de Néstor Kirchner cuando afirmó: “Todos los argentinos han vuelto a tener trabajo, los empresarios volvieron a tener rentabilidad porque hay argentinos que consumen. Nuestros productores han vuelto a ver el horizonte de una rentabilidad como nunca en la historia habían conocido”. En la misma línea, afirmó que la Nación “ya no reconoce propietarios” porque, afirmó “todos somos el país y la Patria”. También volvió a la carga con la “necesidad de construir un país con inclusión social y con redistribución del ingreso”, esta vez sin menciones elípticas al sector agrario. Su mensaje no incluyó anuncios, algo con lo que se había especulado en los últimos días, ni menciones sobre los lineamientos del Gobierno a futuro. También en contra de lo que se esperaba, la Presidente no ensayó ningún tipo de réplica a las duras críticas a la Casa Rosada que se escucharon en Rosario. Antes del discurso, que fue precedido por el del gobernador local, el kirchnerista Juan Manuel Urtubey, la Presidente participó, sin Néstor Kirchner, del tedeum que se realizó en la Catedral salteña y que presidió monseñor Mario Antonio Cargnello. Antes del acto, se produjo un enfrentamiento a golpe de puños por una mejor ubicación frente al palco. Allí, hubo apretujones, insultos y golpes entre dos grupos que obligaron a interrumpir el recital que brindaban Los Nocheros por unos diez minutos. Después de eso, todo volvió a la tranquilidad.
El campo recibió el respaldo de cientos de miles de personas
Ante una multitud reunida frente al Monumento a la Bandera en Rosario, el campo ratificó que sigue en “estado de alerta permanente” y que espera avances concretos en la reunión que las cuatro entidades mantendrán hoy con el Gobierno antes de decidir cómo seguirá el reclamo contra las retenciones. El discurso de apertura del acto quedó a cargo de Alfredo de Angeli, el carismático dirigente de la Federación Agraria que advirtió que si en la audiencia convocada para la tarde de hoy por Alberto Fernández “no hay soluciones”, al día siguiente, el martes “volverán las acciones”. El dirigente evitó la palabra “paro” y pidió “manejarse con inteligencia” respecto de posibles nuevos cortes de ruta. “Les pido inteligencia. Les pido que pensemos cada paso que demos. El Gobierno quiere que lleguemos al punto de cortar rutas para enfrentarnos con la sociedad. Si cortamos rutas va a ser por culpa del Gobierno”, advirtió. “Espero que mañana (por hoy) tengamos una solución y que no sea otra mala jugada para que terminemos cortando las rutas y nos hagan responsables porque no saben cómo llevar el país adelante”, disparó. El dirigente reforzó la advertencia. “Si esto no se resuelve vamos a seguir firmes, no vamos a aflojar. ¡La lucha sigue!, No vamos a aflojar”. Antes de su discurso, los organizadores habían anunciado que en el lugar se habían reunido “más de 300.000 personas”. La asistencia a la nueva cita con el Gobierno, prevista para hoy a las 16, fue confirmada, poco antes del acto. Otro de los discursos más duros estuvo a cargo de del presidente de la Rural, Luciano Miguens, quien, en medio de duras críticas al Gobierno reiteró que la discusión de las retenciones es “ineludible” y que “ya no hay margen para la mezquindad política”. “Ratificamos nuestra voluntad para el diálogo a pesar de los obstáculos y mentiras que tuvimos que soportar en estos últimos meses y que el jueves pasado tuvo uno de sus puntos culminantes”, señaló respecto de la fracasada reunión con Alberto Fernández, que llevó el conflicto a uno de los puntos de mayor tensión. Planteó que “es imprescindible tratar el tema de las retenciones”. Añadió: “Ya no se puede eludir más, no hay margen para la mezquindad política, nos deben una respuesta”. Además, rechazó los argumentos oficiales en contra del reclamo agrario. “Nos quisieron demonizar acusándonos de golpistas y desestabilizadores y de este acto se dijo lo mismo. Que quede claro: queremos que a este Gobierno le vaya bien porque nos irá bien a todos, pero sin el campo eso será muy difícil”, advirtió. “Estamos ante una disyuntiva: o producimos para la subsistencia o para la prosperidad”, concluyó.
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